Pero… qué te puedo decir si yo vengo de donde mil palabras valen mucho más que una imagen, allí donde el pasado se cuela en un cuenco de arcilla y permanece intacto para siempre. Dime, qué te voy a decir si de donde yo vengo las sonrisas sólo tienen un significado y las personas se reflejan en cristales rotos, si de donde yo soy las ambigüedades se castigan con pena de muerte.
5.10.10
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Eso del cristal roto te lo he leído antes, eh, pajaruela.
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